Cuando una persona es celíaca, quizá sea en los postres cuando más nota su "diferencia" respecto al resto de las personas, sobre todo a la hora de tomar cualquier postre en la calle, ya sea restaurantes, pastelerías o bollería industrial.....todo lleva harina, y cuanta más mejor....la harina es más económica que otros ingredientes y "llena" por completo el postre...la alternativa, por supuesto es tomar fruta....pero a veces apetece un dulce....
En casa es otra historia, muchas recetas habituales de nuestras casas se pueden adaptar, solo con cambiar la harina común, por ejemplo, por harina de almendra, y ésta además aporta un sabor y una textura inigualables.
La receta de hoy la dedico especialmente a los celíacos, que reclaman atención a su problema y piden apoyo para que su vida y su alimentación sea más fácil, teniendo en cuenta que cada vez hay más niños aquejados de ésta intolerancia...porque los mayores nos conformamos con más facilidad, pero los niños, el solo hecho de no poder probar un postre, les hace lo deseen aún más...
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
3 huevos
75 gr. de azúcar
50 gr. de harina de almendra (o harina común)
25 gr. de cacao en polvo sin azúcar
Para el relleno:
5 hojas de gelatina neutra
3 cucharadas de leche
200 gr. de chocolate de postres
500 gr. de queso mascarpone
100 gr. de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
200 gr. de yogur griego o crema ácida
Para la cobertura:
200 gr. de nata para montar
75 gr. de azúcar glacé
cacao en polvo sin azúcar para adornar
bolas de avellana y cacao
ELABORACION
Preparamos el bizcocho batiendo los huevos con el azúcar al baño maría hasta que esponjen, tamizar la harina y el cacao sobre la mezcla espumosa y remover hasta que se integren por completo.
Forrar con papel de horno la base de un molde desmontable de unos 20-22 cm., verter la mezcla y hornear con el horno precalentado a 180º de 10 a 15 minutos (dependerá de si hemos utilizado una u otra harina). Una vez horneado sacar a una rejilla ayudándonos del papel de horno y dejarlo enfriar. Reservar.
Hidratar la gelatina en agua fría.
Batir el mascarpone con el azúcar, la vainila y el yogur.
Calentamos 3 cucharadas de leche y disolvemos en ella la gelatina hidratada, volcamos la mezcla en un bol grande y añadimos la mezcla de mascarpone, removemos para que se integre por completo y vertemos aproximadamente la mitad de la mezcla encima del bizcocho de chocolate que tenemos reservado, poniédole el aro desmontable a su medida, lo metemos en el frigorífico hasta que cuaje.
Fundir el chocolate al baño maría o en el microondas (en el microondas lo metemos unos segundos, sacamos y removemos, y así hasta que esté blando y podamos removerlo; si nos pasamos con el calor se nos puede quemar). Dejar entibiar un poco antes de mezclar.
El resto de la mezcla de mascarpone con la gelatina que nos ha quedado en el bol lo vamos mezclando con el chocolate fundido tibio y removiendo para que se mezclen bien y lo vertemos sobre la capa que ya estará cuajada (si no estuviese cuajada aún, conservaremos ésta mezcla con chocolate a temperatura ambiente para que no cuaje, si es necesario en un bol al baño maría con agua templada).
Dejamos cuajar la tarta en el frigorífico de dos a tres horas es suficiente; una vez cuajada, tomamos un cuchillo de hoja grande y filo liso y lo humedecemos en agua caliente, desmoldamos el pastel y pasamos el cuchillo para que nos queden las capas sin mezclar.
Para decorar:
Batir la nata bien fría con el azúcar y un poco de estabilizante para nata o una cucharadita de queso fresco de untar o gelatina, poner en una manga pastelera rizada y adornar la parte superior y el contorno de la tarta, espolvorear con cacao en polvo y rematar con bolas de avellana cubiertas de cacao (éstas bolas las venden en Mercadona, no he comprobado si llevan o no gluten, y se pueden sustituir por trozos de chocolate o cualquier fruto seco).
Consumir bien fría.
***Para cortar éste tipo de tartas con porciones con los bordes lisos, utilizaremos un cuchillo de hoja grande sin dentar y lo mojaremos en agua hirviendo antes de cortar cada porción.
Tiene que estar delicioso, de aspecto está de lujo, dice "Cómeme!!!".
ResponderEliminarSaludos linda.
VISTO de esta manera tiene un pinta de diez pero creo que si lo probara le daria un 20, te sobro? saludos
ResponderEliminarhttp://javiercocinillas.blogspot.com
Una tarta de 10, deliciosa.
ResponderEliminarSaludos
Una tarta deliciosa y con muy buena presencia. ¡¡ Felicidades ¡¡¡¡ te ha quedado de lujo. me gusta. Y seguro que exquisita.
ResponderEliminarbsss vecina.
La torta se ve deliciosa y muy linda. Me encanta la harina de almendras ya que aporta más humedad a los biscochos- Saludos
ResponderEliminarUna señora tarta y si los celiacos se la pueden comer, al ataque...
ResponderEliminarUn beso.
Todo un lujo para los que son celiacos y para los que no lo somos igual!!! Muy buena y llena de sabor :D
ResponderEliminarBesiños!!
Menuda pinta tiene esa tarta y con esos ingredientes Buenisima!!!!!!
ResponderEliminarBesos
Hola Ana
ResponderEliminarque tarta tan rica y vistosa, ahora mismo le metía yo la cuchara
besotes :)
Silvia
http://chascarrillosdecasa.blogspot.com/
Pues nada tiene que envidiar a una tarta con harina de trigo!!, hasta creo que debe ser más sabrosa, porque la harina de almendra le aporta un deliciosisimo sabor!!!, me la apunto a ver si me sale tan apetecible como la tuya!!!. Un besote fortote!!
ResponderEliminarSe ve exquisita, aunque me hace falta la foto del corte, jeje para tragar en seco, proque tiene que estar buenisima. Me la apunto, pues tengo amigos con hijos celiacos y hasta ahora no me he atrevido a prepararles nada yo todo lo compro,
ResponderEliminarGracias
Rumiana
http://gastronomialosnaranjos.blogspot.com/
Qué delicia de tarta Ana, si es que estás hecha para esto!!!!Una tarta muy rica, me recuerda al tiramisú, qué ricaaaa!
ResponderEliminarAna, que estoy aquí!!!!
ResponderEliminarNo me he perdido, es que no tengo tiempo...
Todas las recetas que no te he comentado, me gustan, qué hago? Las pruebo todas?... hay que ver los problemas que nos creamos.
La tarta te ha quedado preciosa. Una artista.
un abrazo, Begoña
PD A ver si hablamos...
¡que cosa mas rica! a ver que celebracion tengo pendiente para poder copiarla
ResponderEliminarun besote
Wow Ana! que hermoso pastel. De verdad que todo lo que haces te queda estupendo.. que artista!
ResponderEliminarbesitos
Para quienes tienen que convivir con una persona celíaca, hacer la compra es una tarea ardua, aunque al final ya se sabe qué marcas de qué productos son los aptos para los celíacos. Tu iniciativa me parece muy buena, abrir los ojos al resto del mundo sobre esta intolerancia que pasa desapercibida para la gran mayoría.
ResponderEliminarHe visto que has empleado gelatina neutra. Hay que tener cuidado, porque algunas incorporan gluten.
La pinta de la tarta es buenísima. Conjugan dos ingredientes que me gustan mucho, el chocolate y el mascarpone, que me lo comería solo, aún con lo sosito que es, pero es super graso y por lo tanto calórico. Enhorabuena por el resultado, porque salta a la vista, y desde luego que me resultaría imposible por completo decir que no a una ración :-))
Besos!!
Hay que ver que manos tienes para la repostería, te ha quedado una tarta espectacular y encima adaptada...de nota!! un beso
ResponderEliminarme encanta esta receta, gracias por hacerla sin gluten ;)
ResponderEliminarSalu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
http://galletilandia.blogspot.com
Ana, me quito el sombrero delante de esta tarta, or el amor de Dios, no ves que esto es pecado mortallllll, jejejejeje, me lo copio para hacerlo en casa.
ResponderEliminarBesitos mil niña
Wowwwwww, que preciosidad, y que bueno.
ResponderEliminarbesitos
Deliciosísísíma! y además muy bonita. Espero que os gusten los rellenos de sandwich, para mi la pasta césar la mejor, pero para gustos colores.
ResponderEliminarSitos
Gracias por pensar en este colectivo!! Te lo agradezco personalmente como mamá de un niño celíaco de 4 años.
ResponderEliminarEsta tarta seguro que le va a encantar. :)